domingo, 15 de marzo de 2015

La decoración en época romana: los pavimentos

En los últimos días no hemos parado de oír hablar del mosaico de Écija por una noticia más que desagradable. Sin duda el mosaico es uno de los elementos más característicos de la arquitectura romana pero desde luego no era la única forma de cubrir suelos que existía en la época, ya que el enorme coste que suponía una obra de estas características limitaba su presencia a las residencias y espacios más importantes.

Opus signinum

Una de las primeras técnicas empleadas para la cubrición de los pavimentos es lo que conocemos como opus signinum o el mortero de Signia, la actual Segni, como lo denomina Vitruvio. Se trata de una mezcla compuesta de mortero de cal, arena, agua y cerámica machacada usada principalmente para revestir cisternas y estancias termales ya que impedía las filtraciones de agua, pero también como decoración en el suelo de las residencias de época republicana. En este caso se adornaba con motivos geométricos y pequeñas composiciones elaboradas con teselas blancas principalmente.

En la ciudad de Carthago Nova son varias las residencias fechadas en época tardorrepublicana en las que se han encontrado suelos de estas características, de hecho en muchas de las intervenciones se ha podido interpretar los hallazgos como construcciones de carácter privado gracias a la presencia de estos pavimentos. Uno de los hallazgos más interesantes se ha producido en la denominada como Domus de los Delfines, nombre que viene dado por la composición realizada con teselas blancas, y también bajo los restos de la Iglesia de Santa María la Vieja, perteneciente a una residencia de época protoaugustea que fue amortizada para erigir el edificio de espectáculos. 

Pavimento del tablinum de la Domus de los Delfines. El centro de la composición lo forma una tesela de mayores dimensiones que el resto del que parte un entramado de rombos que conforman una estrella de ocho picos enmarcada por un círculo. Este motivo central está enmarcado por un meandro continuo de esvásticas y cuadrados decorados con una tesela en el centro. Entre ambos elementos parecen cuatro delfines, colocados en los ángulos que quedan entre el motivo central y la cenefa. Están realizados también con teselas blancas, salvo en la zona del ojo, indicado por una tesela negra (Imagen: Madrid, 2004).







Pavimento de la vivienda protoaugustea conservada dentro del recorrido del Museo del Teatro Romano de Cartagena. La composición es idéntica a la de la imagen anterior a excepción de los cuatro delfines (Imagen: Google Images).
En muchas ocasiones estos motivos eran sustituidos o se completaban con inscripciones como la que decoraba el pavimento del sacellum de Atargatis, donde se mencionaba el nombre de la diosa, o la de la Domus de la Fortuna.

Pavimento de signinum con inscripción de teselas blancas del sacellum de Atargatis (Imagen: Meroño, 2014).

Inscripción de la Domus de la Fortuna donde se puede leer Fortuna propitia "que la suerte te sea propicia" (Imagen: Google Images).

Opus sectile


Este tipo de pavimento era similar al mosaico pero los fragmentos empleados en la creación de las composiciones, mármoles de diferentes colores pero también nácar o vidrio, eran de mayores dimensiones que las teselas y de formas variadas. 
Pavimento de sectile conservado en el Museo Arqueológico Municipal de Cartagena (Imagen: http://www.regmurcia.com/servlet/s.Sl?sit=c,373,m,2916&r=ReP-21644-DETALLE_REPORTAJESPADRE)
El Augusteum o la curia de Carthago Nova contaban con pavimentos de estas características. En el segundo edificio el opus sectile estaba dispuesto en dos tapices: el primero de ellos es un damero bícromo formado por placas cuadradas de mármol blanco y caliza gris, y flanqueado por dos bandas laterales; el segundo, situado en el centro de la sala se compone de un doble motivo listeleado de losas cuadradas separadas por listones cuadrangulares que enmarcan un motivo central más cuidado, todo ello elaborado con ricos mármoles de importación y rodeado de losas de las canteras locales del Cabezo Gordo.

Pavimento en damero blanco y negro procedente del pórtico del Augustem de Carthago Nova (Imagen: Google Images).

  
Pavimento procedente de la curia de Carthago Nova (Imagen: http://www.regmurcia.com/servlet/s.Sl?sit=c,371,m,165&r=ReP-13044-DETALLE_REPORTAJESPADRE)

Opus tessellatum y opus vermiculatum

Es el mosaico propiamente dicho, compuesto por pequeñas teselas o fragmentos de mármoles y piedras de diferentes colores, con las que se elaboran motivos decorativos geométricos y figurativos. En el caso del vermiculatum las teselas son todavía más pequeñas por lo que se reducen los espacios vacíos entre ellas permitiendo alcanzar una mayor perfección técnica, por lo que solo se realizaba en tapices de pequeñas dimensiones.


Emblema central de mosaico (vermiculatum) fechado en el siglo I a.C. y conservado en el Museo Nacional Romano (Imagen: Wikipedia)
El origen del mosaico se encuentra en Oriente, desde donde fueron copiados por los griegos. En un primer momento las composiciones estaban realizadas con pequeños guijarros o cantos cuyo tamaño poco a poco fue reduciéndose a partir del siglo IV a.C. Desde Sicilia y la Magna Grecia, esta técnica llegó hasta los romanos quienes, desde el siglo II a.C. se convirtieron en los grandes maestros del arte del mosaico.
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Mosaico de Issos o de Alejandro Magno, procedente de la Casa del Fauno de Pompeya y conservado en el Museo Arqueológico de Nápoles (Imagen: http://www.artehistoria.com/v2/obras/7979.htm)


 Mosaico bícromo que decoraba una de las estancias de la denominada Domus de Salvius de Carhago Nova cuyo nombre procede de la inscripción que en él se puede leer (Imagen: Fernández y Quevedo, 2007-08)
Motivo central que decoraba el mosaico de la Domus de la Gorgona, el único polícromo hallado hasta el momento en Cartagena (Imagen: Google Images)
El tristemente famoso motivo que decoraba el mosaico de Écija antes de ser destruido (Imagen: Google Images)

En muchas ocasiones los suelos simplemente se recubrían con losas o ladrillos, aunque ello no quiere indicar que se tratase de pavimentos de pero calidad ya que era frecuente el empleo de ricos mármoles para enlosar los espaicos. Una de las composiciones más originales realizadas con ladrillo es el denominado opus spicatum, aparejo en el que los ladrillos se disponían de canto.
Pavimento de opus spicatum de la palestra de las termas del Barrio del Foro Romano de Cartagena (Imagen: Google Images).

Para su colocación era necesario, en primer lugar, nivelar y preparar el terreno. En primer lugar se colocaba el statumen, un firme de cascajos unidos a hueso dispuestos generalmente en vertical, sobre el que apoya una segunda capa de cal, arena y gravilla denominada rudus. Finalmente se colocaba el nucleus, la última capa de mortero que, en muchas ocasiones, actuaba como el propio pavimento en aquellos espacios que no precisasen decoración alguna. Incluso eran muchas las estancias más pobres pavimentadas únicamente a base de tierra apisonada.

Bibliografía:

  • ADAM, J.P. (1989): La construcción romana. Materiales y técnicas. Editorial de los Oficios.
  • FERNÁNDEZ, A. - QUEVEDO, A., (2007-08): La configuración de la arquitectura doméstica en Carthago Nova desde época tardorepublicana hasta los inicios del bajo imperio, AnMurcia 23-24, Murcia, 273-309.
  • MADRID, M.J., (2004): Primeros avances sobre la evolución urbana del sector oriental de Carthago Nova. PERI CA 4/Barrio Universitario, Mastia 3, Cartagena, 31-70.
  • MEROÑO, R., (2014): El urbanismo romano de Carthago Nova. Condicionantes, características y sistemas de ejecución, @rqueología y Territorio 11, 97-112.
  • VITRUVIO, Los Diez Libros de Arquitectura.


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